Para que el proceso no sea un dolor de cabeza, la familia Rueda te da ideas.
¡El regreso a clases! Falta solo una semana para volver al colegio y Rosita ya está pensando en cómo será el nuevo año escolar, ¿A qué cosas se enfrentará?, ¿Habrá nuevos compañeros de clase?, ¿Tendrá profesores distintos? Y las nuevas asignaturas, ¿Serán más fáciles o difíciles que las del año pasado?.
Desde la próxima semana tendrá que organizar su tiempo entre la recreación y las tareas; pero a pesar de las preocupaciones algo es seguro: después de unas vacaciones en familia, Rosita está recargada con la energía suficiente para hacer de este un excelente año.
Por su parte, Ramón y Rita se sientan en el comedor a conversar sobre la lista escolar; el nuevo año trae consigo útiles, textos y demás cosas necesarias para que Rosita tenga un buen desempeño en el colegio, pero ¿Qué tan coherente es esta lista con el presupuesto familiar?, ¿Alcanzará el dinero para comprarlo todo?, ¿Funcionará comprar primero lo más importante e ir comprando poco a poco lo que hace falta? “La lista” es una preocupación que comparten todos los padres cuando faltan ya pocos días para el inicio de la temporada escolar. ¿Le ha sucedido algo similar cada vez que está por iniciar el año escolar?
Entonces, ¿Cómo ahorrar cuando la lista parece no tener fin?, ¿Cómo asegurarnos de que nuestros hijos tengan todo lo que necesitan sin gastar cantidades exorbitantes de dinero? La Familia Rueda tiene algunas ideas para que el regreso a clases no se convierta en un verdadero dolor de cabeza.
Con la ayuda de Ringo, Rita revisa en los estantes y separa los libros que pueden volver a utilizarse de aquellos que ya no tendrán la misma funcionalidad, tales como textos de ediciones o cursos anteriores. Algunos de los que considera pueden volver a utilizarse son: Los diccionarios de inglés y español, atlas, enciclopedias de consulta. Entonces surge la genial idea de conservar los primeros y utilizar los segundos para hacer trueques con sus vecinos del barrio y padres de otros niños, de este modo obtiene varios textos en buen estado sin haber gastado en ellos.
En compañía de Rosita, revisa los cuadernos del año pasado y selecciona algunos que tienen muchas hojas en blanco, estos pueden reutilizarse para ciertas asignaturas del nuevo curso.
Los lápices de colores y bolígrafos no tienen que comprarse una vez más, ellas escogen aquellos que no están gastados y los incluyen para usarlos nuevamente en dibujos y apuntes; borradores, sacapuntas, reglas, compás, transportador todavía pueden usarse un tiempo más, entonces deciden incluirlos también en el maletín del año escolar 2014. Como aprende Rosita de su madre a reutilizar.
La cartuchera, el morral e incluso la lonchera pueden quedar como nuevos con un toque de creatividad y buen gusto; pegar stickers de un cantante o grupo musical favorito, pintar bonitas figuras con acuarelas o marcador permanente y detalles pequeños como decorar con botones de distintos colores o añadir escarcha para dar un poco de brillo, darán un toque fresco y personal a estos objetos.
Por último, Rita y Rosita revisan los uniformes, ¿Es necesario comprar todo nuevo? Ellas prefieren conservar las camisas, faldas, sudaderas, licras y zapatos que no se han desgastado y sólo compran las prendas que ya no pueden reutilizarse porque se han dañado con el uso frecuente.