POR: MARÍA MERCEDES BOTERO
PROFESORA UNIVERSIDAD DEL NORTE
La señora Ángela perdió recientemente a su hermano en condiciones repentinas muy dolorosas y me solicitó: “Merce, por favor escribe algo para orientar a la gente imprudente sobre cómo es que deben comportarse en momentos de duelo cuando se pierde un ser querido, la gente es desconsiderada y maleducada, ¿será que no saben lo difícil que es afrontar la muerte?”.
Las creencias y ritos cambian según sea la cultura y lo que se crea que ocurrirá después de la muerte. Pero, lo que si no cambia es el principio de respetar el sentimiento de pérdida y el deseo de solidarizarse con el otro. ¿Qué decir? y ¿Qué hacer?, para no traspasar la barrera de lo decente e irse hacia lo imprudente.
Con el ánimo de responder objetivamente a la solicitud de la señora Ángela decidimos incluir su tema dentro del Aula de Cortesía Aplicada de Ciudadano de Honor. Dialogué con seis conocidos que recientemente perdieron a un ser querido, les comparto las sugerencias y recomendaciones, ¿Qué decir y qué hacer en situaciones de duelo?:
¿QUÉ DECIR?
Habla más claro un abrazo y tu compañía, que lo que le dices al doliente. Escucha más, pregunta menos y opina poco, lo que tengas para hablar que sea en voz baja, evita el chisme.
El silencio es más elocuente que las palabras. Por favor, no recurras a frases vacías y que están fuera de lugar. Las típicas son: “Cómo te sientes”, “Siquiera que descansó”, “Ahora ya está en un mejor lugar”. DECENCIA.
Si puedes verlos cara a cara diles que los aprecias y que no se sientan solos porque pueden contar contigo. Si no puedes verlos, usa los canales los virtuales con PRUDENCIA, en vez de llamar y ocupar su tiempo envíale una notica con mucho afecto. Tu mensaje será un bálsamo de estrellas en la noche oscura.
En lo posible, evita el uso de las redes sociales. Es el canal de la modernidad, pero también es el camino más corto hacia el morbo público, no hay que exagerar la manifestación de sentimientos que siempre se comparten mejor en la cercana intimidad.
¿QUÉ HACER?
¿Cuándo dar el pésame, cuantas veces visitar y qué se debería enviar? Respeta los protocolos de la familia, sus decisiones y también las costumbres de su culto o religión. PRUDENCIA: pregunta antes de actuar. Recomiendan espera atenta, no hay que invadir el espacio emocional, ni el físico, todo a su tiempo y en la justa medida. Entrega mucho amor y en cuanto a lo material, manifiéstate con lo que a los dolientes les gustaría recibir para aliviar su pena y poder concentrarse en lo que corresponde.
RESPONSABILIZATE
Dependiendo de las situaciones que precedan a la muerte así debe ser la etiqueta. Hay circunstancias de gran dolor emocional ante muertes accidentales o “de repente”, como llamaron nuestros abuelos a las inesperadas. Hay otras que son muy penosas, por causa de “lo que no tiene nombre”, como denominó la escritora Piedad Bonnett al suicidio de su hijo. Muerte es muerte y en todas las situaciones puedes hacer presencia, con decencia y prudencia.
Las velaciones y rezos no deben confundirse con eventos sociales o pretextos para hacer relaciones públicas. Indaga el protocolo de comportamiento y vestimenta. Cuando vayas a dar pésames recuerda que esos no son lugares de pasarela para lucir las gafas, ropa, carteras y accesorios de última moda. Ojo, tu pinta no debe ser más visible que el sentimiento de dolor y consideración que convoca.
“Hay que morir para vivir”, así dice una esperanzadora canción que se tararea entre suspiros y sollozos al momento de la despedida de los seres queridos. No estamos preparados para vivir el duelo, pero si podemos estar más educados para saber qué decir y qué hacer.
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